Otra casa menos, otra casa más.

El centro del pueblo que hasta hace poco estaba dominado por construcciones como la de la foto que se caían a trozos pues son sustituidas por modernos edificios que no aportan identidad al pueblo y le convierte en una gran colmena que a diferencia de las ciudades dormitorio de las grandes ciudades nos falta las “abejas” que vengan a dormir.
1 Comments:
El problema es que arreglar una casa vieja cuesta mucho más dinero que hacer una nueva. Además, ya no hay quien trabaje la piedra o la madera o muchos de los elementos decorativos de hace unos años, así que cambiando piedra por ladrillo, madera por aluminio y otras muchas pequeñas cosas que al menos son a precios asequibles pueden ocasionarte una parada de la obra/reforma y empezar un lío de denuncias, papeles, burocracia, patrimonio, ayuntamiento, etc. Y lo que era una boniota reforma aceptable de 6 meses de duración y 5 millones de pesetas acaba convirtiéndose en algo interminable de 2 años, 10 millones de pesetas y sin final claro.
Deberían habilitar desde la Xunta/Patrimonio/Ayuntamientos, unos fondos y recursos para rehabilitar las casas antiguas, poniendo ellos los trabajadores mediante escuelas de artes y oficios donde enseñen a recuperar galerías de madera y demás, arquitectos y supervisores que te asesoren sobre la forma de hacerlo correctamente y luego alguien que se encargue de gestionar ayudas y medios para hacerlo de la forma más sencilla posible. Ganan todos.
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