jueves, 17 de agosto de 2006

Otra casa menos, otra casa más.

Para demostrar que en Maceda cada vez se construye más aunque las casas estén vacías la imagen que os propongo hoy, la casa al lado de la farmacia de arriba ya tiene el cartel que anuncia su muerte inminente para resurgir como su vecino alto y esbelto...

El centro del pueblo que hasta hace poco estaba dominado por construcciones como la de la foto que se caían a trozos pues son sustituidas por modernos edificios que no aportan identidad al pueblo y le convierte en una gran colmena que a diferencia de las ciudades dormitorio de las grandes ciudades nos falta las “abejas” que vengan a dormir.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El problema es que arreglar una casa vieja cuesta mucho más dinero que hacer una nueva. Además, ya no hay quien trabaje la piedra o la madera o muchos de los elementos decorativos de hace unos años, así que cambiando piedra por ladrillo, madera por aluminio y otras muchas pequeñas cosas que al menos son a precios asequibles pueden ocasionarte una parada de la obra/reforma y empezar un lío de denuncias, papeles, burocracia, patrimonio, ayuntamiento, etc. Y lo que era una boniota reforma aceptable de 6 meses de duración y 5 millones de pesetas acaba convirtiéndose en algo interminable de 2 años, 10 millones de pesetas y sin final claro.
Deberían habilitar desde la Xunta/Patrimonio/Ayuntamientos, unos fondos y recursos para rehabilitar las casas antiguas, poniendo ellos los trabajadores mediante escuelas de artes y oficios donde enseñen a recuperar galerías de madera y demás, arquitectos y supervisores que te asesoren sobre la forma de hacerlo correctamente y luego alguien que se encargue de gestionar ayudas y medios para hacerlo de la forma más sencilla posible. Ganan todos.

15:00  

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