Así se titulaba un especial de
La Voz de Galicia publicado el 24 de diciembre de 2007 en el que se recogen las noticias más destacables del año, en la portada las postales representativas y el conflicto de Maceda entre ellas.
Para que no haya parcialidad os reproduzco el texto integro:
“Maceda desalojó del castillo a la empresa que lo gestionaba”
El día 11 el Concello se hizo con las llaves e inició el inventario
Jesús Manuel García”
El año 2007 deja en Maceda un otoño caliente a cuenta del caso del castillo. Si todo se venia fraguando desde hace ya varios meses, la situación empezó a tomar forma el 8 de octubre, cuando toda la corporación municipal aprobaba la rescisión de la concesión para explotar el monumento como hotel a la A Sociedad Hotel Monumento Castelo de Maceda. Se la acusó en el pleno de haber cometido sus responsables “errores gravísimos”, en palabras del alcalde, Xavier Oviedo, después de leer algunos informes de la policía local sobre el funcionamiento del hotel y de haber presentado otros de la Xunta.
El día 15 del mismo mes el Concello impidió el acceso de cualquier persona a la fortaleza, incluido el administrador. Como no fue posible, por la mañana, recoger las llaves y hacer el inventario, el alcalde tomó la medida. Pero dentro del castillo quedaba una mujer de más de 70 años, madre del administrador. Celsa Pinal, quien decidió no abandonar el castillo mientras que se lo dijera la autoridad judicial.
Comenzó un tira y afloja entre la empresa y el Concello con la señora encerrada durante algo más de dos meses. Ella se declaraba llena de ánimo y de salud. En la villa, los vecinos lamentaban que tuviese que estar allí, sola en el castillo.
Con el paso del tiempo se fue quedando sin agua corriente, sin energía eléctrica y sin teléfono, por tanto. Su hijo, Xosé Inacio Palomares, rebatía cada una de las críticas que le hacía la corporación, e insistía en que cada cosa que él decía estaba avalada por los documentos que dice poseer.
Cada una de las partes estaba segura de sus acciones hasta el que martes, 11 de diciembre, llegaba a la Consistorial la orden judicial para el desalojo, que se efectuó rozando la media tarde, sin tensiones, y culminando con la salida de Celsa Pinal y de uno de sus hijos, que consiguió acceder al castillo unos días antes, usando la llave y desoyendo a los vigilantes nocturnos de Protección Civil. La señora salió cubierta con un chaquetón que impedía verle el rostro, y con un paraguas.
Al arrancar el coche en el que se iba, los vecinos allí concentrados aplaudieron el final del encierro y minutos después el alcalde y el secretario municipal iniciaban el inventario de bienes después de haberse cambiado la cerradura de la puerta principal del monumento.
El castillo es posible que vuelva a ser hotel a mediados del año que entra. Pero el caso no está cerrado ya que continúa en los tribunales con las varias denuncias puestas desde el ámbito de la empresa contra el alcalde. Y viceversa. Toca seguir esperando.”